Llegaste llamando fuerte, un 18 de
Noviembre, y mentiría si no dijese ahora que cambiaste mi mundo en el momento
que te tuve en mis brazos. En ese preciso y precioso instante, te convertiste
en la razón de mi vida.
Hoy hace 23 años, que todas mis ilusiones,
mis sueños y deseos han ido a desembocar en tu alma, que mis miedos, temores, y
desvelos, se pasean por tu espalda. Una espalda completa de luchas y miles de
batallas.
Inventé para ti, los mejores cuentos
de princesas, de duendes y de hadas. Un mundo donde pudieses soñar con seres
mágicos, luces brillantes y zapatos de cristal.
Mi querida hija, mi amado tesoro, mi
mariposa de sueños, como expresar con unas torpes letras, todos los
sentimientos acumulados. Como decirte que me gustaría poder poner en tus manos,
todo lo que tu corazón sueña y anhela, pero no puedo, eso solo depende de ti.
Quizá sea hora de ser un poco egoísta y mirar más
por ti, de lo que lo has hecho hasta ahora. Lo mismo es tiempo ya de que dejes
de pensar en lo que sienten y necesitan los demás, y te centres y te preocupes un
poquito más de ti misma.
Tienes mucho que dar, mucho que
vivir, mucho por sentir, eres una luchadora, una guerrera nata, doy fe de ello,
y por tanto no dejarás que los errores se repitan. Recógelos,
como si fueran ladrillos, apílalos uno tras otro, construye murallas y
fortalezas en las que puedas cobijarte.
Disfruta la vida y vístete, no con ropa de saldo, sino con el
traje más elegante, pues la ocasión bien lo merece. Vive, ama, ríe, llora cuando tengas
que llorar, pero no dejes que otros decidan cuando tienes que hacerlo, ni por
qué. Después de todo, es quien se decide a buscar
quien encuentra.
Es tu vida, y tú decides como
vivirla, el conocimiento no se encuentra en las
respuestas, sino en la inquietud de las preguntas. Las piedras por más que las
pulas y trates de cincelarlas, siguen siendo piedras, sin brillo, sin destellos
y nunca te llevarán a ningún lado.
Yo solo puedo acompañarte y
levantarte cuando caigas, secarte las lágrimas derramadas, abrazarte y decirte
al oído lo mucho que te quiero y lo orgullosa que estoy de ti.
Que te quiero: MÁS QUE A MI VIDA
Que te deseo lo mejor: EN TODO MOMENTO
Que puedes contar conmigo: SIEMPRE
Pero eres tú y solo tú la que decide
cual ha de ser tu camino y cómo quieres hacerle.